18 noviembre 2011

Diluyendo el voto

Me ha gustado mucho una idea que he leído por ahí, en concreto en una explicación sobre el voto realizada por Democracia Real Ya. Se trata de referirnos al voto en blanco como un elemento que diluye el voto. A diferencia del voto nulo o de la abstención, el voto en blanco sí se computa en el total de votos válidos, por lo que modifica los porcentajes necesarios para alcanzar escaños en cada circunscripción. Como bien se explica en fuentes no interesadas en confundir, esto perjudica en general a los partidos pequeños que se juegan por unos centenares o miles de votos el alcanzar el 3% necesario para recibir el primer escaño. La entrada en juego del voto en blanco suele hacer más difícil este listón, por lo que en muchas circunscripciones, esos partidos pequeños (a saber, Equo, UpyD o PACMA, por ejemplo), se quedan fuera por pocos votos. Esos miles de votos, al no llegar al límite, se pierden, pero los escaños se siguen repartiendo, y lo hacen, cómo no, entre los más votados. (Así Camps, gracias al voto en blanco, obtuvo más escaños con menos votos y más imputados en sus listas el pasado 22M). 

En definitiva, votar en blanco se puede entender muy bien con la siguiente metáfora. Imaginemos que el congreso es una inmensa paleta de colores, desde el azul al rojo, pasando por el verde. Como cualquier buena paleta, a mayor número de colores, mayor riqueza, más combinaciones serán posibles, y el resultado de las obras que queramos acometer será más rico y atractivo. Los colores se asocian con la riqueza de voces y de ideas que aparecen, y a mayor variedad, más voces estarán representadas en el congreso. 

Pero como es lógico, al hacer la mezcla que hacemos cada cuatro años en las urnas, el color blanco del voto en blanco, funciona exactamente como lo haría en una mezcla real de color, diluyendo la riqueza de tonalidades que surjan en la composición final. El voto en blanco es un diluyente del voto y de las ideas, elimina los colores, los vuelve indefinidos y poco atractivos. Si queréis un parlamento triste, indefinido, sin ideales, casi monocolor, ya sabéis las opciones. Pero si tu ideal es que por una vez nos encontremos con un congreso lleno de colores, de distintas voces de todos los tonos, buscando un equilibrio que nos beneficie a todos, trata de no diluir la mezcla. Los colores vivos te lo agradeceremos mucho.

Si quieres saber más sobre el voto en blanco, nulo o la abstención, sigue leyendo: 
http://elaguafiestasblog.blogspot.com/2011/11/la-ley-electoral-y-el-voto-de-castigo.html 

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